El desarrollo del nuevo Opel Astra encara su fase final, por lo que el estreno de la undécima generación del compacto más vendido de la marca alemana se producirá en pocas semanas. Desde el invierno pasado está siendo sometido a todo tipo de pruebas para afinar su puesta a punto, y ya se ha validado en condiciones de uso reales.
Los ingenieros de Opel empezaron su particular maratón probando los prototipos y vehículos de desarrollo del nuevo Astra en las heladas carreteras de la Laponia sueca. Después, y más cerca de casa, recorrieron sin descanso las pistas del Centro de Pruebas de Dudenhofen.
Otra de las pruebas de fuego a superar por los ingenieros (acompañados por altos directivos de la marca) se llevó a cabo en carreteras abiertas al tráfico en la región del Rin-Meno. Antes de recibir la homologación para su comercialización, el nuevo Astra también ha sido sometido a las últimas pruebas en el laboratorio de EMC (Compatibilidad Electromagnética) de Rüsselsheim.
Pruebas de invierno: temperaturas extremas para los sistemas de climatización y las baterías
Como es habitual en invierno, Laponia se convierte en un destino de viaje frecuente para los ingenieros de Opel. A temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, los expertos en chasis han exprimido los circuitos de sus instalaciones para afinar al máximo los sistemas electrónicos de estabilidad, tracción y antibloqueo de frenos.
En este tipo de test también se comprueba que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado funcionen correctamente. No solo es importante que el habitáculo se caliente rápidamente,