Hace un fin de semana, me pasé por Navas del Rey (Madrid) se celebraba una subida y entre Pandas preparados, Seat 127, Porsches con alerones del tamaño de un portaaviones, iba reflexionando acerca de si los Rallyes son el último reducto del auténtico automovilismo de carreras. Te cuento
Lo primero, la subida a Navas del Rey.
Era un Sábado caluroso, había algunos aparatos allí de buen nivel y bien preparados. El tramo es una carretera de sentido único, que sube desde el Pantano de San Juan hasta Navas del Rey. Cuando vuelvo de San Martín de Valdeiglesias, es la que siempre cojo, en vez de ir por la que te saca directamente a la rotonda de la gasolinera, los que sois de la zona, sabréis cual os digo. Esta prueba, era la segunda puntuable para el Campeonato madrileño y Castellano Manchego de montaña, era un tramo de unos 3 km e hicieron 3 pasadas.
Desde que estoy en Diariomotor, tengo una pequeña misión (entre otras), promover “lo auténtico” en el mundo del motor, al menos intentarlo. Sin duda, las competiciones amateur o más profesionales, ya sean en Navas del Rey, Asturias o Málaga, lo merecen. Es la mejor forma de mirar de cerca las carreras, en un ambiente algo más relajado, poder acercarte hasta echar casi el aliento en los carburadores. De entre las cosas que me encontré, me gustó sobre todo..
El 600 , el 127 y el Ax de mis amigos del equipo Clemente Arroyo. Los 3 clásicos, iban bien preparados, creo recordar que el 600 me comentaron que llevaba un 903 pertinentemente preparado, como podeis ver el vaso de expansión es del grupo Vag, lleva electro y otro radiador delante, radiador de aceite y carburador doble.
Además de los espectaculares Porsche GT3, en las subidas, eran legión los Panda/Marbella. Es un coche muy