Bentley se transformará por completo durante los próximos años. La marca que conocemos dará paso a una marca que aspira a convertirse en referencia de los coches de lujo sostenibles. De hecho, para el año 2030, todos sus coches serán 100% eléctricos y sus operaciones serán completamente neutrales a nivel de huella de carbono. El primer paso de ese camino son coches como el Bentley Bentayga Hybrid o el nuevo Bentley Flying Spur Hybrid. Por primera vez en su historia, el buque insignia de la marca de Crewe será un híbrido enchufable.
Aunque Bentley ama los motores de ocho y doce cilindros, reconocen que el futuro pasa necesariamente por la electrificación. Aunque sus eléctricos puros aun están a unos años de distancia, el coche enchufable es el paso intermedio lógico. Y es por ello que han instalado en el Bentley Flying Spur Hybrid una versión evolucionada del sistema enchufable del Bentley Bentayga Hybrid. Un sistema, que a su vez, está presente en otros vehículos enchufables del Grupo Volkswagen. Por ejemplo, en los Porsche Cayenne e-Hybrid o Audi Q7 TFSIe.
El futuro de Bentley es eléctrico, y a medio plazo, es híbrido. Nos guste o no.
La parte térmica de este esquema enchufable corre a cuenta de una evolución del motor 2.9 V6 turboalimentado con 416 CV, mientras que un motor eléctrico de 136 CV, alojado entre la salida del cigüeñal y la caja de cambios automática de ocho relaciones se encarga de la propulsión eléctrica. Ambos pueden trabajar en sintonía, ofreciendo una potencia combinada de 544 CV y unos considerables 750 Nm de par motor. Aunque es un coche rápido – el 0 a 100 km/h cae en 4,3 segundos – también es un coche eficiente: homologa un consumo medio inferior a los 4 l/100 km.
Este consumo se consigue, como es lógico,