La primera vez que vimos, en persona, al Bugatti Divo fue hace casi tres años. Para ser más exactos, en el Pebble Beach Concours d’Elegance de 2018. En ese momento nos quedamos impactados, pues representaba lo más de lo más en cuanto a tecnología y potencia en la casa de Molsheim. Además, lleva el nombre de uno de los pilotos que más victorias dio a la firma en los años 20 del pasado siglo. Sin embargo, aún tardaría un par de años en estar listo.
Para que os hagáis una idea, los primeros clientes del Bugatti Divo lo conocieron en la primavera de 2018. Pero no fue hasta 2020 que finalizó su desarrollo técnico. Y os preguntaréis ¿Qué hizo la marca en esos dos años de demora? Pues muy fácil, poner su dinámica a punto, esto es, al gusto de los 40 clientes que ya se habían hecho con una unidad. Sí, porque la venta de la tirada anunciada en Pebble Beach se cerró mucho antes de su debut.
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La producción de las 40 unidades del Bugatti Divo ha durado, escasamente, tres años…
Entonces, si echamos cuentas, podríamos decir que la producción del Bugatti Divo ha durado unos tres años. La realidad no ha sido así, técnicamente hablando, pero es para hacernos una idea del nivel de exclusividad que ha alcanzado y la complejidad técnica que ha supuesto su manufactura en algunas ocasiones. De hecho, la propia firma lo indica así en la nota de prensa oficial que ha publicado para anunciar el fin de su producción…
«Ninguno de los 40 Divos construidos es idéntico. Muchos de los clientes de Divo optaron por una producción única, eligiendo los propios colores y materiales, como la pintura, el cuero y las costuras. Contribuyen con sus propias ideas de diseño y crean su propio vehículo personal en el proceso. Como