En verano, hay algo que suele consumir bastante combustible y que puede hacer que se gaste más dinero. El aire acondicionado puede resultar algo costoso durante el verano, pero se puede evitar consumir de más y ahorrar combustible y dinero. Para eso, vamos a ofrecer varios consejos para que su uso no represente un coste muy elevado.
Para comenzar, hay que recordar que antes de encender el aire acondicionado o el climatizador hay que enfriar el interior del coche. Esto se puede conseguir abriendo las ventanillas por completo antes de iniciar la marcha. De esta manera la corriente de aire, por poco que sea, consigue reducir de manera notable la temperatura interior.
Una vez enfriado el habitáculo, ya se puede encender el aire acondicionado. No obstante, se puede comenzar la marcha, ya que el aire que circule al principio ayudará a bajar un poco más la temperatura. En cuanto se ponga en marcha, hay que subir todas las ventanillas para mantener el aire frío en el interior y evitar que escape.
Otra cosa importante es no utilizar el aire acondicinado si se circula a baja velocidad, como es la ciudad, por ejemplo. En el caso de circular por ciudad, es mejor hacerlo con las ventanillas abiertas. Una vez se alcanza una velocidad superior a los 80 km/h, es mejor subir las ventanillas y activar el aire acondicionado.
Llevar las ventanillas bajadas en este caso puede llevar a que se incremente en consumo al presentar más resistencia al aire. Este consumo es superior al que se produce cuando se utiliza el climatizador o el aire acondicionado. Y en este caso, es mejor ponerlo entre los 20 y los 24 grados. Hacer que se enfríe por debajo de esta temperatura puede provocar un incremento de consumo innecesario.
Otras maneras de ahorrar combustible en verano
Otra manera de ahorrar combustible y dinero es mantener el coche en buen estado de mantenimiento. Realizar un mantenimiento correcto y tener el motor y todos los elementos mecánicos en condiciones puede hacer que se ahorre bastante. El uso del lubricante recomendado por el fabricante y mantener los neumáticos con la presión justa, también. Si estos tienen solo un 0,3 bares por debajo de la presión recomendada, el consumo ya se dispara un 3%. Puede parecer poco, pero es un consumo innecesario y que se puede evitar.
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Mantener la velocidad por debajo de los 120 km/h también es una buena idea. El consumo crece cuanto más velocidad se alcanza. La diferencia entre los 100 km/h y los 120 km/h puede ser de 8 l/100 km a 11,5 l/100 km. Una conducción eficiente, sin acelerones ni frenadas bruscas, puede hacer que se consuma menos, también. Hay que evitar cambios bruscos de velocidad y mantener una velocidad continúa y frenar de forma paulatina.
En cuanto a la carga, hay que distribuirla bien para evitar que se desplace y haga que el motor trabaje más de lo normal. Tampoco es recomendable cargar en exceso el coche, porque a más peso, mayor consumo. Una carga de 100 kg adicional puede hacer que se consuma hasta un 7% más de combustible, algo que repercute en el gasto de gasolina durante todo el año.
Con estos consejos se puede ahorrar bastante combustible, aunque se utilice el aire acondicionado durante el verano. Y una cosa importante: aunque quizá consuma algo más en trayectos a baja velocidad, lo importante es ir cómodo y evitar riesgos innecesarios, así que aunque gaste algo más combustible, siempre es mejor utilizarlo que pasar calor e ir incómodo.