¿Alguna vez te has preguntado cómo hacen los fabricantes de coches para impedir que el agua entre en los habitáculos de los modelos? Pues bien, hoy resolvemos esta pregunta de la mano de Stellantis. Así son los controles de estanqueidad que el grupo lleva a cabo en las plantas de Vigo, Zaragoza y Madrid. La estanqueidad es uno de los procesos de fabricación más especiales y el que tiene que finalizar con una altísima calidad.
Ponte en situación, todo el trabajo de la línea de montaje puede quedar en nada si el modelo no pasa por el control de estanqueidad. Según la propia Stellantis, «los vehículos de las gamas que se producen en España se someten a una serie de pruebas para verificar si el agua entra en el habitáculo, detectando la más mínima fuga para ofrecer un producto 100% estanco».
Así es el control de estanqueidad de Stellantis
Durante el proceso de fabricación y para evitar que el agua entre en el interior del automóvil se aplican diferentes tipo de masillas que crean cordones que impiden el paso del agua. Además, en la planta de Vigo se utilizan unas piezas denominadas inserts gonflants que actúan como selladores y proporcionan estanqueidad cuando el modelo pasa por el área de secado de pintura. Así mismo, en los cristales se utiliza un adhesivo denominado gurit y en las puertas juntas de caucho.
Desde Stellantis aseguran que durante todo el proceso se utilizan materiales que resisten incluso a la oxidación como policarbonatos, polipropilenos, poliamidas, polietilenos, acrilonitrillo butadieno estireno e incluso aleaciones. Una vez que los automóviles están sellados, llegan al punto clave; la prueba de estanqueidad. Si el coche no pasa la prueba y le entra agua, tiene que volver a la línea de montaje. ¡Stellantis quiere coches herméticos; tanto para evitar el agua como el polvo, el humo e incluso la suciedad!
En Vigo, los Peugeot 2008, los Citroën Berlingo, los Peugeot Partner y los Opel Combo pasan, en serie, por una ducha de entre cuatro y cinco minutos. En este tiempo, no debe entrar ni una sola gota de agua al habitáculo. En Madrid, se examina al Citroën C4 y en Zaragoza a los Opel Crossland X, los Opel Corsa y los Citroën C3 Aircross.
No contentos con ese proceso, se somete a las unidades a una ducha tropical de unos 30 o 40 minutos en los que el caudal supera los 30 ml de agua al minuto. El coche se levanta 20 grados y va pasando por todos los ángulos y direcciones. Para que te hagas una idea, cada modelo de Stellantis recibe unos 900 litros de agua/metro cuadrado a unos 150 bares de presión. Después, los coches pasan por un túnel de secado para que, posteriormente, un técnico revise uno a uno los coches.