En el anterior capitulo, os contamos la primera etapa de nuestro viaje al Stelvio, que fue un prologo hasta el Valle de Arán. Y la segunda, pasando los Alpes por la noche. Estábamos en el hotel Quo Vadis, a dos horas y media de Milán.
Etapa 3
Suena el despertador, bajamos a tomar café, hoy si hemos descansado mejor. El Quo Vadis es un hotel de carretera cómodo, de paso, a buen precio. Esta etapa será más lúdica que las anteriores, habíamos quedado en Nerviano con el club Fiat 127 Italia, que había organizado una concentración con otros coches clásicos.
Nos ponemos en marcha, metemos las maletas en los coches y vuelvo a inspeccionar ocularmente el coche. Correa bien, aceite bien, refrigerante bien. En bajas vueltas no iba del todo correcto, pero como subiríamos al día siguiente el Stelvio, tenía tiempo para ajustar el carburador. Para llegar a las 9:30 a Nerviano, fuimos un poco rápido en algunos tramos. Acercándonos a Turín unos vespistas charlaron con nosotros en un semáforo. Mola cuando se sorprenden de dónde venimos con estos coches.
La concentración de Nerviano.
Nada más llegar nos recibe Andrea, con felicidad, un tipo tan majo que te da vergüenza no poder ofrecerle lo mejor de ti. No jugamos en casa, llevamos ya unos cuantos kilómetros. Nada más llegar, Andrea nos dice de poner nuestros coches clásicos en el centro. Nos regala unas pegatinas de su club, una del Club Fiat 127 y otra del Club Nerviano de clásicos. Además de una taza con un 127 y un parasol, ¿un parasol?, no veáis como picaba el sol por allí.
Aventura al Stelvio en 127 – YouTube
Estuve hablando con el dueño del Fiat 500 Abarth, lo tenía flamante, en realidad todos estaban en muy buen estado. Le comenté que a la mañana siguiente subiríamos el Stelvio, Marco,