Aunque, en lo básico, un coche eléctrico se conduce igual que uno con motor de combustión, la experiencia de uso y conducción es muy diferente. En la red de Concesionarios de Kia saben muy bien que un coche eléctrico genera una sonrisa en la cara de quien lo conduce desde el primer momento en que lo prueba. El contacto con los clientes también nos ha demostrado que, además de una experiencia de conducción muy satisfactoria, la nueva experiencia de movilidad eléctrica genera nuevos hábitos entre los conductores.
1. Planificar antes de viajar
La ansiedad por la escasa autonomía que provocaban los primeros coches eléctricos ha desaparecido. En el día a día casi nadie hace tantos kilómetros como para agotar la batería, los modelos de Kia disponen de un amplio alcance y pueden recargar una buena cantidad de kilómetros en muy poco tiempo. Pero los usuarios de coches eléctricos tienen muy claro que a la hora de salir de viaje hay que calcular los kilómetros de la ruta, si podremos llegar al destino sin recargar o si habrá que hacer una parada por el camino. La aplicación Kia Charge facilita mucho esta tarea.
2. Conducir más relajado
Hay una constelación de factores que desembocan en la misma apreciación: los conductores de vehículos eléctricos aseguran que conducen de un modo más tranquilo. La suavidad y silencio de marcha, el consumo eléctrico, la autonomía y el espíritu sostenible crean una atmósfera interior que induce a conducir con menos prisas y agresividad al volante.
3. Uso más suave del acelerador, y menor del freno
Con una gran cantidad de empuje disponible desde que se acaricia el acelerador, los conductores se acostumbran rápido a pisar menos el pedal y a dejar que el coche vaya ganando velocidad de forma progresiva. La mayoría de los usuarios comentan que su coche eléctrico “sale