Los restomods están muy de moda, y muchos coches clásicos más o menos icónicos están volviendo a disfrutar de una segunda juventud gracias a ellos. En este caso, el protagonista es el Ferrari 550 Maranello, un coupé de los años noventa que no ha sufrido la misma apreciación que otros Ferrari coetáneos. El Ferrari 550 Maranello es la base de un restomod que busca construir una suerte de Ferrari 250 Berlinetta de batalla corta. Estética clásica y base mecánica moderna – y más fiable a priori – para aquellos que buscan mirar al pasado de forma cómoda.
Este proyecto no tiene nada que ver con el GTO Squalo, diseñado y desarrollado por GTO Engineering. El proyecto de GTO Engineering recrea desde cero un 250 GTO, usando un motor de nuevo desarrollo y un nuevo chasis, pero respetando la esencia del original. Con el RML Short Wheelbase del RML Group, tenemos una máquina un tanto diferente. Un coche que no busca una deportividad rabiosa, si no homenajear el carácter GT del Ferrari 250 Berlinetta. Es por ello que la base del Ferrari 550 Maranello es adecuada, tanto por filosofía como por coste.
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RML Group desarrolló las versiones de competición de los Chevrolet Lacetti y Cruze del BTCC.
El RML Group ha tardado tres años en desarrollar el Short Wheelbase. La parte más compleja del desarrollo ha sido crear una nueva carrocería de fibra de carbono para el deportivo italiano. Una carrocería que replica casi a la perfección la del clásico del año 1959, con su calandra cromada, la toma de aire superior de su capó, sus faros redondos o sus característicos pasos de rueda. No obstante, las proporciones del coche cambian ligeramente: el RML es mucho más ancho, bastante más largo y ligeramente más alto que el