General Motors ha anunciado una inversión estratégica y una colaboración comercial con Controlled Thermal Resources (CTR) para obtener litio de menor coste en Estados Unidos de cara al desarrollo de su próxima generación de baterías para coches eléctricos.
El gigante estadounidense espera que esta colaboración ayude a reducir el precio de sus coches eléctricos y que, de paso, se obtenga el preciado litio con métodos más respetuosos con el medio ambiente.
GM comenzó su proyecto de baterías Ultium en 2019 con la ayuda de LG Chem, iniciando la construcción de su propia gigafactoría en Ohio. Esta joint venture con LG Chem ha dado lugar a una segunda fábrica de baterías en Tennessee, así como a una nueva empresa conjunta con SolidEnergy Systems (SES).
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La colaboración de GM con SES en el campo del metal-litio ya ha dado lugar a la concesión de 49 patentes y 45 patentes pendientes, y su objetivo es que dé lugar a «una batería de alta capacidad y de preproducción para 2023». La apuesta de GM por el coche eléctrico es a priori ahora muy seria. Anunció el mes pasado una inversión de 35.000 millones de dólares en coches eléctricos y autónomos, lo que representa un aumento del 75% de los fondos en comparación con su compromiso inicial antes de la pandemia.
La importancia del litio