Un coche eléctrico ofrece una larga lista de ventajas, desde la ausencia de emisiones contaminantes locales, al placer de conducción, suavidad y silencio que transmiten, pasando por su menor coste energético o de mantenimiento o los beneficios que ofrecen a la hora de aparcar o de acceder a las ciudades. Con autonomías que alcanzan los 452 km (Kia e-Soul), 455 km (Kia e-Niro) y hasta los 510 kilómetros en el Kia EV6; y capacidad de recarga doméstica o en el trabajo, viajar no supondrá un problema.
Afrontar un viaje largo con un eléctrico no es una aventura, es algo perfectamente posible que solo necesita una mínima planificación y conocimientos. La infraestructura pública de recarga y sus servicios asociados crecen a gran velocidad. En España ya hay 7.813 puntos de carga públicos y en nuestros países aledaños no van a la zaga, con 12.054 puntos en Francia y 2.433 en Portugal.
Antes de salir
Planificar la ruta. Si el recorrido supera el 80% de la autonomía de nuestro coche –siempre hay que dejar un margen de tranquilidad- tendremos que parar a recargar a medio camino. Con el servicio Kia Live de la aplicación UVO Connect o con la aplicación Kia Charge se puede consultar un amplio directorio online de puntos de carga, con información detallada sobre la ubicación de las estaciones de carga que se encuentran en el itinerario elegido, la forma de pago, disponibilidad y tipos de conectores compatibles.
Elegir dónde parar a recargar. Una vez sabemos los puntos que hay alrededor de nuestra ruta, podemos elegir dónde parar: si en una estación de carga en carretera, o desviándonos un poco del recorrido hacia una ciudad o pueblo que nos apetezca visitar. Hay muchos posibles planes o formas de organizar un viaje. Por ejemplo, en muchos países se ha puesto de moda salir por