¿Cuántas veces hemos oído hablar sobre la mejora de calidad que han experimentado SEAT y Skoda? Pues bien, no se trata de un rumor, sino de un hecho, una realidad que ha conseguido incluso convertirse en un problema en el grupo Volkswagen. La convivencia entre diferentes marcas que comparten mercado no es fácil, menos aún si la diferenciación es cada vez menor, y es por ello por lo que Volkswagen quiere reconducir su estrategia para que la mejora de SEAT y Skoda no les termine robando ventas.
Como decíamos, desde hace años es una realidad el hecho de que SEAT y Skoda han mejorado de forma sustancial sus productos. Esta mejora ha sido posible gracias a la adopción de ideas, soluciones y tecnologías del grupo, lo que por un lado permite amortizar rápida y fácilmente cada desarrollo llevado a cabo, pero por otro lado iguala las posibilidades de cada firma.
El grupo Volkswagen siempre ha sabido mantener claramente definidos los roles y mercados objetivo de cada firma a través de la calidad de construcción, la oferta mecánica o las posibilidades en equipamiento, sin embargo esto no quita para que esa diferenciación haya sido cada vez menor con el paso del tiempo. De este modo, la diferencia entre un Volkswagen Golf, un SEAT León y un Skoda Octavia de actual generación es mínima, por no decir inexistente. Y es ahí donde comienza el conflicto, pues en el precio de compra sí que hay grandes diferencias gracias a unos costes de fabricación menores y una imagen de marca más generalista en SEAT y Skoda.
La diferencia de precio juega cada vez más en contra de Volkswagen, pues la diferenciación más allá del diseño es mínima
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Para poner remedio a esta situación, Volkswagen acaba de anunciar una nueva estrategia en donde se