Después de unas semanas en las que el precio del petróleo ha alcanzado máximos que no veíamos en tres años y de tensiones en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, llega el esperado acuerdo.
Así, Emiratos Árabes Unidos, lejos de abandonar el cártel como se temía, ha cedido para aumentar la producción desde este mismo mes de agosto para equilibrar oferta y demanda. Los mercados no lo han visto con buenos ojos y han empujado los precios del barril a la baja.
Los productores ven un horizonte con pocas nubes
La OPEP y sus aliados han decidido terminar con la política de recortes de producción que tenía los precios por las nubes y entre agosto y diciembre se espera un incremento de 400.000 barriles diarios cada mes por parte de Irak, Kuwait, Rusia, Arabia Saudita y los EAU.
La decisión se basa, según el cártel, en que la demanda mundial de petróleo mostró «claros signos de mejora» gracias a las vacunas y la consecuente reactivación económica. De hecho, esperan que la demanda global supere el año que viene los 100 millones de barriles diarios por primera vez.
Tras un 2020 de pesadilla para los países productores, el crudo Brent ha subido un 43 % en lo que va de año y más de 60 % respecto al verano pasado.