No se trata de una vuelta de tuerca del Dieselgate, sino de un nuevo hallazgo de la división Antimonopolio de la Comisión Europea muy poco habitual. Según ha informado la Comisión en un comunicado de prensa, Daimler, BMW y el Grupo Volkswagen infringieron las normas antimonopolio de la UE al formar un cártel para detener el desarrollo de tecnología destinada a reducir las emisiones contaminantes, como el AdBlue.
Daimler no ha sido multada por dar el aviso a la Comisión, pero BMW y Volkswagen, que han reconocido su participación en el cártel, se enfrentan a una multa de más de 875 millones de euros.
Cinco años de reuniones secretas e intercambio de información sensible
Según especifica el Ejecutivo comunitario, los fabricantes celebraron reuniones técnicas periódicas entre 2009 y 2014 para discutir el desarrollo del catalizador de reducción selectiva (SCR), que elimina las emisiones NOx de los turismos diésel mediante la inyección de AdBlue.
Durante estas reuniones, se confabularon para evitar competir entre ellos para explotarla en todo su potencial, e intercambiaron además información comercial sensible, frenando el desarrollo de la misma por encima de los requisitos legales fijados por la UE.
Fuente: Comisión Europea.
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