Contenido
1) ¿Por qué es tan peligroso el calor para un perro o gato?
2) ¿Qué puedo hacer para evitar este peligro a mi mascota?
3) Penas por maltrato animal
4) ¿Qué hago si encuentro a un animal encerrado al sol en un coche?
En verano, y en gran parte de nuestro país las temperaturas superan los 30 grados. Cuando dejamos el coche aparcado al sol, se produce en su habitáculo un efecto invernadero. La temperatura del interior aumenta rápidamente, y en cuestión de minutos puede superar en 20 o más grados la ya elevada temperatura de las calles. Sobra decir lo peligroso que este aumento de temperatura puede ser para cualquier ser vivo en nuestro vehículo. Dejar a nuestras mascotas en un coche aparcado al sol es exponerlas a un peligro de muerte.
¿Por qué es tan peligroso el calor para nuestras mascotas?
A diferencia de los seres humanos, las mascotas – en este artículo hablaremos de perros y gatos fundamentalmente, pero es igualmente peligroso para bebés, niños y ancianos – no tienen la misma facilidad de regular su temperatura corporal. Los humanos sudamos, y con ello evitamos un aumento excesivo de nuestra temperatura corporal. Los perros y los gatos no tienen glándulas sudoríparas, y regulan su temperatura mediante el jadeo o mediante la ventilación en zonas con poco pelo. Imagina estar sentado en un coche con una chaqueta de piel sin capacidad alguna de transpiración.
Una mascota como un perro o un gato no es capaz de regular su temperatura corporal de forma tan eficiente como un humano.
Los animales se acaloran mucho más rápido que nosotros, y llegan antes a la peligrosa situación de golpe de calor. Un golpe de calor ocurre cuando los sistemas de refrigeración de un ser vivo – pensad en el sistema de refrigeración de un coche – no logran evitar