BASF, la histórica empresa química que fue creada con el propósito de producir tintes, tendrá un papel destacado en al transición de Porsche hacia el coche eléctrico.
Y es que ambas compañías se han asociado para desarrollar una batería de iones de litio de alto rendimiento. Se espera que su planta de producción de baterías comience a operar en 2024 con una capacidad inicial de al menos 100 MWh al año, impulsando 1.000 vehículos deportivos y de alto rendimiento.
Mejorar la densidad y los tiempos de carga
Se trata de celdas de batería NCM convencionales, formadas por níquel, manganeso y cobalto, por lo que todo apunta a que de momento el fabricante alemán no explorará alternativas al cobalto.
El objetivo es mejorar la densidad de energía de las baterías y conseguir una carga rápida para los futuros modelos de Porsche.
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Para ello, los materiales activos del cátodo que suministrará BASF se adaptarán a las necesidades específicas de la marca de Stuttgart.
También prometen hacerlo a través de un proceso de fabricación eficiente en el que la parte de reciclaje de materias primas -hasta en un 60 %- tendrá un