Hoy estamos en el circuito de Les Comes para probar las nuevas motorizaciones del Land Rover Defender: el diésel de 300 CV denominado D300, el híbrido enchufable de 404 CV llamado P400e y el todopoderoso, excesivo y casi pornográfico motor V8 de 5 litros y 525 CV. Esta prueba es, en realidad, la presentación que nunca tuvo lugar del Defender con año y medio de retraso, así que vamos a dar un repaso a los nuevos motores y a continuación vamos a zambullirnos en las pruebas en carretera y 4×4 que nos tiene preparadas Land Rover para explorar los límites de este vehículo. ¡Empezamos!
La gama 2021-2022 de motores para el Land Rover Defender presenta tres novedades esenciales en lo más alto de la gama y Land Rover ha querido aprovechar la presentación internacional que nunca tuvo lugar para reeditarla ahora y presentarnos los nuevos motores a la vez que nos muestra de qué es capaz este Defender en carretera y asfalto.
Habría estado bien tener este «baño» de Defender en el momento del lanzamiento, pero supongo que nunca es tarde y con el Defender siempre hay mucho que contar.
Nuevos motores D300, PHEV y V8
Si echamos un vistazo a los nuevos motores, vemos que el diésel es el que tiene mayor par a menor régimen, un consumo más razonable en viajes largos con unas prestaciones más que suficientes. Sería el modelo más lógico para viajar y para hacer todoterreno.
El híbrido enchufable cuenta con unas prestaciones fulgurantes en aceleración y recuperación combinadas con la etiqueta cero emisiones, pero su consumo homologado en los primeros 100 km sería mucho mayor en cuanto se termine la batería, ya que su motor es de gasolina y pesa casi 200 kg más que el diésel. Viajar en él sería bastante caro en combustible.
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