Aunque las berlinas no pasen precisamente por el mejor momento de su historia, ciertas compañías siguen dándonos la oportunidad de conducir vehículos ruteros, cómodos y con un diseño elegante. Mercedes-Benz acaba de lanzar una nueva generación de su icónico modelo para el segmento D, el Mercedes Clase C, y lo mejor es que ya hemos podido conducirlo en su presentación nacional.
Así, la marca de la estrella nos ha permitido conocer y probar la sexta generación de esta berlina premium, que ya acumula nada menos que 40 años de historia y más de 10,5 millones de unidades vendidas. Además, llega con un diseño renovado, un interior derivado directamente del lujoso Clase S y con más eficiencia que nunca. En esta ocasión probamos el Mercedes Clase C 220 d de 200 CV en carrocería berlina. ¿Comenzamos?
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Así el Clase C con paquete AMG Line
Como siempre, empezamos hablando del diseño. El nuevo Mercedes Clase C hereda los rasgos estéticos del exterior de su hermano mayor, el Clase E. Bajo mi punto de vista, y más con esta terminación AMG Line, cuenta con la elegancia que toda berlina de Mercedes se merece, además de ese plus de deportividad, sin olvidarnos tampoco del aspecto tecnológico.
Ya sabéis que los principales rivales del Clase C son los Audi A4 y BMW Serie 3. Aunque sobre gustos no hay nada escrito, bajo mi punto de vista el Mercedes tiene el diseño más logrado. Fijaos en la perfecta fusión entre deportividad y elegancia del frontal, con esa gran parrilla y el logo de la marca bien grande, las aperturas de la zona inferior y la agradable disposición de las luces. También es cierto que este color azul aporta muchos enteros a su estética.
El lateral cuenta con esa clásica silueta de berlina, pero ahora se ve más alargada ya que ha