En este 2021 Rolls-Royce estrenaba nueva imagen para el Ghost, un modelo que tras diez años en el mercado no había recibido apenas actualizaciones, por lo que una renovación ya le iba tocando, pero a pesar de los cambios la marca inglesa ha conseguido mantener su reconocible estética aderezada con cambios que sin duda le rejuvenecen, además añadir como resulta obvio los últimos avance tecnológicos.
El Rolls-Royce Ghost, como el resto del catálogo de la marca, está destinado a un cliente específico que no busca precisamente modificaciones en favor de ganar deportividad, pero desde Mansory han querido demostrar que es un vehículo que también se puede personalizar en ese sentido. De esta manera el preparador alemán se ha puesto manos a la obra con el renovado Ghost y aunque podríamos esperarnos algo que no pega ni con cola en esta ocasión no sucede así, al menos a mi me lo parece, porque en mi opinión los cambios realizados por Mansory le sientan muy bien.
Como es de esperar en un preparador como Mansory, en el exterior de en este caso el Rolls-Royce Ghost se producen cambios estéticos en los que la fibra de carbono será la principal protagonista. De esta manera vemos como el frontal recibe un nuevo parachoques con nuevas entradas de aire, en las que las situadas en los extremos inferiores también sirven para alojar la doble línea de luces diurnas mientras que, en la parte inferior, se ha instalado un splitter en fibra de carbono que termina con dos aletas en los extremos. La gran parrilla delantera, que ahora cuenta con un marco en negro, se puede retroiluminar en el color deseado por el cliente y, justo por encima, se sitúa el nuevo capó fabricado en fibra de carbono.
Si nos vamos ahora hacia el lateral, Mansory ha seguido aplicando en el Rolls-Royce Ghost el color negro para las manillas de las puertas, mientras que la fibra de carbono en un acabado oscuro está presente en los marcos de las puertas y en los embellecedores de las branquias laterales, para terminar con unas llantas en negro brillante que presentan un tamaño de 22 pulgadas para ambos ejes. En la zaga, Mansory ha instalado dos discretos alerones en fibra de carbono situados uno en la puerta del maletero y el otro en la parte superior de la luna trasera; un material que también está presente en los embellecedores de las salidas de aire laterales y en el elaborado difusor trasero, el cual integra a su vez las enormes dobles salidas del sistema de escape deportivo.
En el interior del Rolls-Royce Ghost también se producen modificaciones, siguiendo éstas una línea acorde al lujo que se busca en un vehículo de estas características. Para ello, Mansory ha utilizado materiales de alta calidad como es el cuero fino en acabado blanco con contraste en el naranja Mandarín, un tonalidad presente en los asientos, el reposabrazos central o los paneles de las puertas; para terminar con un volante deportivo con inserciones en piel y fibra de carbono. Por último, tanto los asientos como los paneles de las puertas y el salpicadero reciben iluminación LED, la cual irá acorde con el techo iluminado con el que cuenta el Ghost de serie.
Mecánicamente el Rolls-Royce Ghost está equipado de serie con un bloque V12 biturbo de 6.76 litros que entrega una potencia de 675 CV y un par motor de 850 Nm, pero que gracias a las modificaciones realizadas por Mansory en la ECU, los nuevos turbos y el mejorada línea de escape aumenta su potencia hasta los 720 CV junto con un enorme par motor de 1.020 Nm. Gracias a estas modificaciones el Ghost consigue acelerar hasta los 100 km/h en 4,4 segundos, es decir, mejorando en 0,4 segundos la aceleración que proporciona de serie.
