Entre tanto eléctrico, el coche de hidrógeno promete ser la gran solución para el transporte de mercancías por carretera y flotas, sobre todo ahora que la Unión Europea exigirá a los Estados miembros disponer de un punto de repostaje cada 150 km para finales de 2030. Sin embargo, cuando hablamos del coche de hidrógeno, en la inmensa mayoría de los casos nos estamos refiriendo a la pila de hidrógeno, una tecnología que también promete revolucionar el sector ferroviario de la mano de Talgo y Repsol.
Recordemos que una pila de hidrógeno lo que hace es obtener electricidad mediante una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno, el primero almacenado en un depósito a alta presión, y el segundo tomado directamente del aire, produciendo como único residuo agua. Así pues, en el caso del coche de hidrógeno, como por ejemplo el Toyota Mirai o el Hyundai Nexo, esa electricidad se utiliza para alimentar un motor eléctrico que mueve las ruedas.
Toyota Mirai repostando en una hidrogenera