La historia de Saab es de sobra conocida por estos lares. Una triste historia de abandono por parte de General Motors y posterior quiebra, tras pasar por las manos de varios propietarios. Aunque no tiene derecho a usar el nombre de la marca, la empresa china NEVS es la actual propietaria de sus restantes activos, que pretendían ser usados para construir cientos de miles de coches eléctricos. En un dramático giro de los acontecimientos, el gigante tecnológico Xiaomi podría acabar siendo el propietario de los «restos» de la legendaria empresa sueca.
Seamos francos. Por mucho que nos gustase volver a ver un Saab 900 moderno, de propulsión eléctrica y fascinantes soluciones técnicas, mucho me temo que no lo veremos mientras vivamos. La noticia es que Xiaomi podría adquirir al gigantesco consorcio Evergrande su división de vehículos eléctricos. Concretamente el 65% de esta división, de la que una pequeña parte también podría ser adquirida por fondos de inversión. La gigantesca corporación china Evergrande, dicho sea de paso, tiene en el negocio inmobiliario su principal fuente de ingresos.
Evergrande tiene una deuda de más de 100.000 millones de dólares. Necesita liberarse de «peso muerto» y hacer caja.
NEVS fabricará un utilitario eléctrico en la antigua fábrica de Saab en Suecia
Desde que Saab quebrase a finales de 2011, sus instalaciones en Trollhättan no han vuelto …
En su momento, en 2019, adquirió NEVS, que atravesaba dificultades económicas. Bajo el amparo de Evergrande, NEVS construiría varios vehículos eléctricos, que emplearían como base el Saab 9-3 de segunda generación, completamente desarrollado al amparo de General Motors a principios del siglo XX. Estas expectativas tampoco parecen haberse cumplido: las instalaciones de Tianjin donde iban a ser construidos no han sido usadas y en estos momentos, NEVS parece más centrada en ayudar a Sion Motors a producir su coche eléctrico