En muchas ocasiones, cuando llevamos nuestro coche o moto al taller es completamente normal que hagan un recorrido de prueba para diagnosticar la avería en cuestión, pero lo que no es normal es que se pongan a 222 km/h con nuestra moto deportiva de 207 CV. Este es el caso de David R., quien pudo comprobar que en un concesionario de la provincia de Salamanca al que llevó su BMW S 1000 RR por un problema con el control de velocidad alguien estrujó su montura más de lo debido.
Según cuenta el propio David a varios medios, el pasado día 6 dejó su BMW en el taller a causa de que el control de velocidad se desconectaba «solo», por lo que era consciente de que muy probablemente deberían hacer un diagnóstico en carretera. Sin embargo, gracias a que David equipó su moto con un sistema de localización y telemetría con posicionamiento GPS que envía todos los datos a su móvil capaz de hacer 60 mediciones por minuto, pudo averiguar exactamente qué uso han hecho de su moto.
Gracias a un localizador GPS y sistema de telemetría se han descubierto los hechos
Así pues, en un recorrido 37 kilómetros a una velocidad media 82 km/h (un tanto elevada si tenemos en cuenta que parte de esa distancia la conforma vías urbanas y proximidades), se llegó a alcanzar una velocidad máxima de 222 km/h en la autovía A-50, así como una inclinación máxima de 37,1°. Ante tal situación, David llamó inmediatamente al concesionario, donde le contaron no saber nada de lo ocurrido y de que el mecánico acabada de regresar de la prueba. Aún así, hasta que el día 15 su dueño acudió a recoger la BMW habían recorrido con ella un total de 200 km.
Por tanto, David ha denunciado los hechos, tal y como