En 2035 la Unión Europea no permitirá la comercialización de coches con motores de combustión dentro de sus fronteras, algo que sin duda está teniendo grandes consecuencias en el sector y que ha «pillado con el pie cambiado» a varios fabricantes, a pesar de que algunos como Mercedes con su gama EQ o Volkswagen con ID han sabido dar una pronta respuesta. No obstante, los planes futuros de prácticamente todos ellos pasan por una oferta totalmente (o casi) eléctrica para comienzos de la próxima década.
Pero, ¿qué pasa con marcas como Ferrari o Lamborghini? Marcas cuyo ADN es sinónimo de potentes motores sedientos de gasolina con una estupenda y ruidosa melodía como carta de presentación. Al margen de todo ello, estas marcas de menor tirada no tienen la capacidad de reacción de las anteriormente citadas, y si bien es cierto que Porsche ya cuenta con un modelo totalmente eléctrico como el Taycan en sus filas, no menos es que tras ella se encuentra el Grupo Volkswagen, el mismo que en última instancia se encargaría se obrar el milagro para Lamborghini posiblemente con tecnología de Rimac y que deja a la firma de Maranello en una situación un tanto complicada.
Ferrari 296 GTB