El mundial de Fórmula 1 tendrá este próximo fin de semana una oportunidad para desquitarse del bochornoso Gran Premio de Bélgica que terminó sin que se llegase a disputar la carrera. Zandvoort se estrena en el campeonato acogiendo el primer Gran Premio de los Países Bajos desde 1985, y con las espadas en todo lo alto.
La marea naranja llenará las gradas para impulsar a un Max Verstappen que vuelve a estar pegado a Lewis Hamilton en la general del mundial después del irrisorio reparto de puntos que se hizo tras el Gran Premio de Bélgica. Solo tres puntos separar a Verstappen de Hamilton, y el factor cancha vuelve a estar a su favor.
Verstappen buscará recuperar el liderato ante su público
Otorgar favoritismo en Zandvoort es prácticamente misión imposible. Primero, porque es un circuito prácticamente nuevo, ya que no hay carreras allí desde 1985. Su pista ha sido remozada, con una curva peraltada que promete ser su mayor atractivo, pero sigue pareciendo un trazado sin demasiado pie a los adelantamientos.
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Pero es que además es muy difícil discernir en qué posición está cada equipo, al menos