En vuestras pantallas, el nuevo Renault Mégane E-Tech Electric. También se referirán a él como Renault MéganE, con una mayúscula al final de su nombre. Como parece obvio, es un coche 100% eléctrico y abandona el segmento de los compactos tradicionales para convertirse en un crossover. Un movimiento que la marca ya había anticipado desde la presentación de su prototipo en 2020, del que ya estamos viendo su versión de producción. Tendrá una potencia máxima de 218 CV y gozará de una autonomía según el ciclo combinado WLTP de 400 km. Vamos a conocerlo.
A nivel de diseño, el Renault Mégane E-Tech Electric no es una gran revolución. Estrena un lenguaje de diseño evolucionado, pero no resulta rompedor ni extremo. Más allá del esquema de colores de los coches presentados en un salón del automóvil, podríamos concluir que es un coche de aspecto conservador, poco arriesgado. La calandra y sus firma lumínica LED son los puntos con más personalidad del vehículo. Más allá de este frontal de más personalidad, tenemos un perfil lateral con mucha «chapa» y llantas de grandes dimensiones, de hasta 20 pulgadas y neumático estrecho.
Mide 4,21 metros, 15 cm menos que el cinco puertas al que reemplazará.
La zaga es discreta y carente de artificios, con unos pilotos pilotos LED y el logotipo de la marca en posición central. En general, su diseño es sensato y elegante, en línea con el progresivo movimiento de Renault hacia el segmento premium – valor en vez de volumen, remarcado hasta la saciedad en la presentación del plan estratégico Renaulution. Donde sí hay un cambio radical con respecto a lo visto hasta ahora es en el interior. Aunque lo podríamos considerar un B-SUV por dimensiones, su espacio interior es superior al del coche al que reemplaza.
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