Hay quienes dicen que los verdaderos Mercedes comienzan en la Clase E. Puede que estén en lo cierto, o pueden que no, pero lo que si está claro es que el segmento E es uno de los más importantes para la firma de la estrella, no por sólo por ventas, sino por estatus. Así pues, el nuevo EQE presentado en el IAA Mobility de Múnich es uno de los pilares fundamentales de la gama EQ eléctrica de Mercedes, el cual llega con un despliegue tecnológico sin igual (con permiso de su hermano mayor el EQS) para enfrentarse a modelos de la talla del Audi e-tron GT, el Porsche Taycan o el Tesla Model S a partir de mediados del próximo año.
A nivel estético el EQE puede considerarse un EQS a escala, pues sigue los cánones de diseño EQ basado en superficies fluidas, reducción de juntas y un habitáculo relativamente avanzado, pero con una silueta más estilizada y dinámica. No obstante, estamos ante un coche de considerable tamaño, mide 4,95 metros de largo (prácticamente lo mismo que un Clase E), pero que gracias al hecho de estar construido sobre una plataforma especialmente diseñada para vehículos eléctricos como es la EVA2, ofrece un espacio interior aun mayor como indica los 3.120 mm de distancia entre ejes (181 mm más que el citado Clase E), además de posición de conducción ligeramente levada.
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En el habitáculo nos encontramos de nuevo con una presentación muy similar a la del EQS, sobre todo si cuenta con la pantalla táctil Hyperscreen opcional para el sistema MBUX de 141 cm de anchura, la cual no deja de ser una cubierta de cristal bajo la que se esconden tres paneles para la instrumentación, sistema multimedia y acompañante.
Así pues, el mencionado sistema de infoentretenimiento MBUX