Cuando un fabricante da luz verde al desarrollo de un nuevo modelo lo hace cuando tiene las ideas muy claras. Para ello no solo tienen que cuadrarle las cuentas, sino que tiene que tener muy definido su público objetivo. Y esto mismo es lo que ha pasado con la nueva generación del Subaru WRX. Tras su debut muchos fieles de la berlina nipona se han quedado un tanto fríos, sobre todo los que vivimos en Europa. Y la razón parece estar en su estética…
Sí, porque nadie esperaba que los chicos de Subaru fueran tan comedidos con ciertos aspectos. Pero toda esta cautela tiene una razón de ser: es un modelo que está pensado para satisfacer las demandas de clientes a los que no les gustan los cambios drásticos. Amén de que ese aire SUV que le han dado tampoco parece haber gustado a los más clásicos. No obstante, estamos ante un producto de elevada factura que echaremos de menos en Europa…
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La imagen del nuevo Subaru WRX es continuista, pero mantiene su esencia…
Como hemos dicho, la estética del nuevo Subaru WRX es algo continuista. No en vano, respecto al anterior todos los planos son cien por cien nuevos. A destacar el frontal, que estrena ópticas con tecnología Full LED que abrazan la típica parrilla hexagonal de la marca. Esta es un poco más grande que la que lucía la cuarta entrega. Además, para dar anchura y potencia al conjunto, suma un capó con la típica entrada de aire y un paragolpes más musculoso.
La vista lateral es quizá la más sencilla, aunque no por ello renuncia a detalles de estilo propios. Esta quinta entrega ha apostado por acercarse a los SUV y lo hace a base de protecciones plásticas en los bajos de la carrocería y de los pasos de rueda. Esta