Abres el coche, te subes, arrancas y comienzas un trayecto… a tirones. ¿Por qué hace eso? ¿Qué le ocurre? Aunque muchas veces no nos demos cuenta, los vehículos suelen mandar una serie de señales que anuncia la posibilidad de que exista una avería. Sí, lo has adivinado: los tirones son un aviso de que algo no funciona correctamente y por ello hemos recopilados las causas más frecuentes que se esconden detrás de ellos.
Los motivos pueden ser diferentes, pero la situación suele ser siempre la misma: tu coche (tanto con el motor frío como en marcha) no acelera de forma progresiva, cuando pisas el acelerador no responde en consecuencia y notas pérdidas de potencia. Si, además, estos tirones son demasiados bruscos o prolongados la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico se suma a los daños que sufre tu vehículo y que suelen estar relacionados con fallos mecánicos, eléctricos o con la presencia de suciedad.
Suciedad en filtros e inyectores
Comencemos por esta última razón. Todos los coches necesitan una mezcla óptima para llevar a cabo la combustión que los impulsa: si en alguna de las partes que componen esta operación se acumula la suciedad, se alteran los procesos y no se llevan a cabo correctamente. Algo que ocurre con frecuencia en filtros e inyectores.
Inyectores: son uno de los principales motivos que causan los tirones en el coche, pero limpiarlos es tan sencillo como añadir en el depósito de combustible aditivos específicos que ayudan a mantener limpio el circuito. Eso sí: no abuses de estos productos y si el fallo no desaparece, es hora de ir al taller.
Filtros para el combustible: su misión pasa por impedir que la suciedad llegue al motor. Si no seguimos las instrucciones facilitadas por el fabricante para sustituirlos, el combustible no circulará o lo hará con residuos y