Como muchos de vosotros sabéis el método de adquisición, pertenencia y propiedad de los vehículos está cambiando considerablemente en los últimos años. Cada vez son más los clientes que, en lugar de comprar un coche de forma tradicional, se están pasando al renting. Más aún con las nuevas tendencias de movilidad y los cambios que están llegando en las normativas de anticontaminación.
Y es que en la vida hay diferentes etapas y necesidades en todos los sentidos. Extrapolándolo a los coches, el joven de 22 años probablemente no necesita el mismo vehículo que una persona con 30 que acaba de formar una familia, ¿verdad? Sin duda, esa es una de los puntos fuertes del renting. Pero ya puestos, ¿por qué no ir un paso más allá y hablar del renting de coches eléctricos en empresas?
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Sin duda alguna, la llegada de los coches eléctricos al mercado, a las calles, también está haciendo que muchos particulares, autónomos y pymes se decanten por estos vehículos más eficientes. Y es así por varios motivos.
A la hora de decantarse por un coche eléctrico es fundamental tener garantizado que contamos (o podemos poner) con un punto de carga en nuestro domicilio, o en la empresa.
Multitud de ventajas en las ciudades
En primer lugar, tenemos muchas ventajas en las grandes ciudades. El estacionamiento en zonas reguladas es mucho más económico (incluso gratuito en algunas localidades), algo muy a tener en cuenta si, por ejemplo, somos una empresa y vamos a visitar a distintos clientes en diferentes localizaciones.
Tampoco nos veremos afectados en protocolos de alta contaminación, pudiendo circular y estacionar libremente. Esto, con coches tradicionales de combustión es un problema bastante considerable que nos coge totalmente desprevenidos.
Ni que decir tiene que con los coches eléctricos se contribuye a que las ciudades sean más limpias, saludables y a reducir los problemas