La dinamicidad del sector del automóvil obliga a los fabricantes a actualizarse cada poco tiempo. La principal vía por la que muestran esta evolución son sus modelos, que sirven como escaparate para enseñar sus diseños. Pero además, hay otras aspectos que también sirven para mostrar que son actuales y tiene ganas de «comerse el mundo». Se trata de la imagen de marca, esa que proyectan no solo en sus coches, sino con cada acción de marketing.
Entre los elementos más visibles de la imagen de marca, o corporativa, tenemos el logo. Ese «dibujo» o anagrama que va en el frontal y zaga de la totalidad de modelos que se venden. Cada marca tiene el suyo, ya que es la forma que tienen los clientes de identificarlas de sus rivales. Uno de los más «polémicos» es el de Volvo y la razón está en su diseño que, algunas corrientes, tildan de machista. Pues bien, ahora cambia y se vuelve más sencillo.
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Volvo apuesta por un logo con diseño bidimensional, como los de Volkswagen y Opel…
Por si no lo sabéis, el logo de Volvo hace referencia, en alquimia, al símbolo del hierro, uno de los siete metales planetarios de la antigüedad y asociado al planeta Marte. Pero además, también al dios romano Vulcano, conocido como el dios de la fragua y forjador de armas. En último lugar, decir que el nombre Volvo proviene del latín y significa «yo ruedo», como reminiscencia de la empresa fabricante de rodamientos SKF de la que surgió.
Por tanto, aquellos que dicen que hace referencia al sexo masculino, sentimos decepcionaros. Con todo, la última evolución del logo de la casa sueca tuvo lugar en el año 2016, por lo que si las cuentas no fallan, el recién presentado es el séptimo. En este caso, y siguiendo la idea de Volkswagen