La autonomía ha sido siempre uno de los grandes problemas del coche eléctrico, sin embargo cada vez es más habitual ver cifras que superan los 400-500 Km entre los eléctricos de última generación. Y es por ello por lo que nos preguntamos: ¿merece la pena seguir aumentando la autonomía? Pues muchos fabricantes se están haciendo la misma pregunta, y parece que fabricar eléctricos con 600 Km de autonomía como máximo podría ser el límite ideal… o no.
El coche eléctrico plantea serios dilemas cuando se trata de aumentar la autonomía, pues aunque la mejora en eficiencia, aerodinámica y demás apartados permite arañar kilómetros, la clave para aumentar la autonomía está en el uso de baterías más grandes. Sin embargo esta solución tiene dos grandes problemas: peso y precio. Ofrecer elevadas autonomías puede jugar en contra de determinados coches eléctricos, pues los excesos en peso y en coste pueden ser inasumibles.
¿Necesitamos coches eléctricos con más de 600 Km hoy? El dilema derivado de las baterías
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Como decíamos, este dilema es constante entre los fabricantes de coches a la hora de desarrollar un nuevo modelo eléctrico, de ahí la apuesta por plataformas modulares cada vez más optimizadas, y la búsqueda incesante de baterías con mayor densidad energética (energía por unidad de masa). ¿Dónde poner el límite? Esa es la clave.
Así, el actual planteamiento de los fabricantes de coches se adapta a cada vehículo o gama de vehículos. Encontrando plataformas como la J1 del grupo Volkswagen (Taycan y e-tron GT) o EVA (EQS y EQE) diseñadas para ofrecer las más altas prestaciones y autonomías «sin» importar los costes, o la E-GMP de Hyundai Motor Group o MEB del grupo Volkswagen diseñadas para ofrecer las mejores autonomías, pero siempre teniendo muy claro los límites de costes. La