Para 2030 o 2035, si nos fiamos de lo que proponen alguno países y la Comisión Europea, ya no se podrán vender coches equipados con un motor de combustión interna. Algunos fabricantes lo apuestan todo al coche eléctrico, como el grupo Volkswagen, Renault o Mercedes-Benz, mientras que otros, como Toyota y BMW, no guardan todos sus huevos en la misma cesto.
Mientras algunos fabricantes anuncian que dejan de desarrollar nuevos motores de gasolina y diésel, como Mercedes-Benz, el grupo Stellantis o Audi, en BMW creen que no es una buena decisión. Y de hecho no van a dejar de desarrollar nuevos motores.
Pero ojo, eso no significa que BMW no esté preparada para dar el salto al coche eléctrico, asegura el CEO de la marca, Oliver Zipse.
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«Estaremos preparados para la prohibición de los coches con motor de combustión interna. Si una región, una ciudad o un país tiene la idea de prohibir los motores de combustión internas, tenemos una oferta», explicó Oliver Zipse en una conferencia en la ciudad de Nuertingen, cerca de Stuttgart.
Y añadió, «el Grupo BMW no está preocupado por eso. Si es una buena idea es otra cuestión… pero tendremos una oferta». De hecho, BMW calcula que el 50% de las ventas mundiales de coches serán vehículos eléctricos para 2030.