Históricamente, el lanzamiento de una nueva berlina de gama alta Citroën ha sido un todo un acontecimiento en la historia del automóvil: diseños inconfundibles e innovadores, suspensiones que llevan el confort a nuevos niveles, equipamientos exclusivos, tecnologías innovadoras… son rasgos que comparten modelos míticos del Doble Chevrón, como el Traction Avant, el CX, el C5, el C6, el XM o el Xantia y que el nuevo Citroën C5 X, que ya puede pedirse en España, encarna en nuestros días.
La primera sorpresa de este modelo viene en su nombre. Si el C5 sitúa a este modelo como un vehículo del segmento D, sucesor del Citroën C5 y en un nivel similar al SUV C5 Aircross, la “X” rinde homenaje a los Citroën de las últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI, como el BX, el CX, XM o el Xantia, y expresa que, con esta nueva propuesta, la marca despeja la ecuación de este segmento con un automóvil que no se ajusta a ninguna etiqueta establecida y que reúne las ventajas de siluetas tan diversas como las berlinas, los SUV, los coupés y los SW.
Un diseño inconfundible
El nuevo Citroën C5 X se inspira en el concept-car CXperience de 2016 para crear un nuevo modo de enfocar las prestaciones y el diseño de una berlina del segmento D. En las líneas creativas y fluidas de este automóvil se mezclan la potencia y la aerodinámica de los coupés más dinámicos, sin perder de vista la elegancia el estatus que se asocia a las berlinas. Su capó de grandes dimensiones, con dos nervaduras que imprimen carácter, y sus ruedas de 720 mm le asocian al mundo de los SUV; un universo con el que comparte la vocación polivalente y el sentido práctico. Su frontal expresa estatus y elegancia, reforzados por la