A menudo, nuestros (malos) hábitos pueden costarnos muy caros, provocar averías que, sin duda, son evitables. Una acción aparentemente inofensiva, que no genera una avería inmediatamente, puede incurrir en un desgaste y un estrés para los componentes de nuestro coche innecesario. Y ese es precisamente el caso que nos ocupa. Si utilizas un coche automático, no utilices la posición P como freno de mano.
El error que cometes en tu coche automático
Los coches automáticos son cada vez más populares, a pesar de que España sigue siendo un país de conductores de coches manuales. Pero los coches automáticos también requieren de ciertos cuidados, precauciones, buenos hábitos y un mantenimiento específico. Un mal hábito relativamente común es utilizar la posición P como freno de mano.
Ver guía: ¿por qué no debes utilizar la posición P de tu coche automático como freno de mano?
Lo oportuno, en este caso, sería utilizar siempre el freno de mano y, sobre todo, acostumbrarnos a seguir un procedimiento en un orden concreto para evitar problemas.
El problema de la posición P y los coches automáticos
Cuando utilizamos la posición P del cambio de un coche automático para impedir que se desplace nuestro coche, estamos forzando innecesariamente los componentes de la caja de cambios, que son los que van a retenerlo, y soportar el peso del coche. Al engranar la posición P en un coche automático, un trinquete, parecido a un pasador, «muerde» el eje secundario de la caja de cambios para bloquearlo.
Si acostumbramos a utilizar la posición P como freno de mano, a la larga podemos producir daños en este trinquete.
Y, como te estarás imaginando, cualquier avería que implique un sistema relativamente complejo, como es una caja de cambios automática, siempre implica muchas horas de mano de obra y, por ende, una factura de taller bastante cara.
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