Para los que tenemos un coche entrado en años, la ITV es un ritual anual poco agradable. Sabemos que nuestro coche tiene algún que otro achaque y sabemos que está bien mantenido, pero siempre esperamos alguna sorpresa desagradable en esta inspección anual. Muchas veces, esa sorpresa desagradable viene en la prueba de gases, especialmente si nuestro coche es diésel. Su valor de opacidad es más elevado de la cuenta, y nos vamos a casa con una ITV desfavorable. Sin embargo, hay un truco que te hará perder – y para siempre – el miedo a esta prueba de gases.
La puesta a punto italiana
¿Por qué un coche diésel puede suspender la prueba de gases en la ITV? Los motivos pueden ser variados, siendo uno de los más habituales la acumulación de carbonilla en su sistema anticontaminación, especialmente en la EGR (válvula de recirculación de gases). Si nuestro coche es conducido a ritmos tranquilos, en trayectos cortos o trayectos urbanos, el hollín pronto se adueñará de la EGR, además del colector de admisión del coche. Cuando hagamos la prueba de gases, saldrá expulsado de golpe, haciendo que caigamos con todo el equipo.
Los 4 mandamientos que conseguirán que tu coche diésel apruebe la ITV
Contenido
Vigila el humo que expulsa el escape
Revisa el coche antes de acudir a …
El valor de opacidad máximo de tu coche está en una pegatina situada en el vano motor, o en las puertas.
Esta es una de las posibles causas. Otras causas pueden ser unos inyectores fuera de punto, cuya vida útil ha superado su fecha de caducidad – los inyectores de un coche diésel son piezas hasta cierto punto consumibles. Lo mismo ocurre con el filtro de partículas (¿qué es el FAP?), si nuestro coche lo equipa. Su vida útil puede