Tesla deberá pagar una indemnización de 137 millones de dólares por daños y perjuicios a un extrabajador, que denunció a la compañía por sufrir reiteradamente vejaciones e insultos racistas en la planta de Fremont.
Así lo ha dictado la corte federal de San Francisco (California), tras un proceso que ha sido posible porque, según detallan los abogados del demandante, este trabajador no firmó el acuerdo de arbitraje que Tesla obliga a firmar a sus empleados para que este tipo de conflictos se solucionen internamente y no en juicios públicos.
Según recoge la CNBC, de momento la firma de Palo Alto no ha presentado recurso. Y pese al férreo blindaje, no es la primera vez que la marca de coches se ve salpicada por acusaciones y demandas por hacer la vista gorda ante tratos discriminatorios en sus instalaciones.
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El trabajador en cuestión, Owen Díaz, fue contratado como operador de montacargas en 2015 a través de una agencia. Trabajó en la factoría de Fremont (California) entre junio de 2015 y julio de 2016.
Díaz declaró que recibió insultos racistas de forma