La industria del motor está inmersa en una transición energética en la que hay varios actores que están llamados a desempeñar una importante labor: sustituir a la gasolina y al diésel. El hidrógeno verde es uno de ellos, pero su almacenamiento y transporte sigue siendo un quebradero de cabeza. Hydrogenious LOHC Technologies GmbH, avalada por Porsche, ha dado con una revolucionaria tecnología para ello: así es el truco del aceite.
Hydrogenious LOHC Technologies GmbH es una compañía fundada por Daniel Teichmann, ingeniero químico, en 2013. Esas cuatro letras mayúsculas que aparecen en su nombre no han sido elegidas al azar. Significan “portadores de hidrógeno con líquidos orgánicos”. La clave de un sistema que les ha llevado a ser galardonados en los Premios Empresariales Alemanes (Deutscher Gründerpreis): gracias a ello recibirán la ayuda de la consultoría de gestión Porsche Consulting.
Almacenamiento y transporte de un gas volátil
El hidrógeno como sustituto de la gasolina y el diésel es una fórmula que se adaptaría a esa transición energética. La razón es sencilla: emplea energías renovables (eólica o solar) para su generación por electrólisis, un proceso que no emite gases de efecto invernadero. Por eso creen en su papel transformador… pero (siempre hay uno) hay que resolver algunas cuestiones: cómo conseguir cantidades suficientes de hidrógeno verde de forma económicamente viable, su almacenamiento o su transporte.
Mover un gas que es gas altamente volátil ha resultado difícil… hasta ahora. Los compuestos orgánicos (como el aceite de benziltolueno) pueden absorber y liberar hidrógeno en reacciones químicas. En este caso concentro, el aceite se antoja como la solución ideal porque es estable, seguro y puede manipularse y almacenarse en condiciones ambientales. A esto hay que añadir que no es explosivo ni volátil y tampoco emite vapores corrosivos tóxicos.
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