Tras haber probado en los últimos meses los BMW Serie 2 Gran Coupé y Mercedes Clase A Sedán, no podíamos rechazar este Audi A3 Sedán que nos ofrecía la firma de los cuatro aros. Sí, el compacto de Audi también tiene una variante de carrocería más clásica, más elegante y con mayor volumen de maletero. A fin de cuentas, la berlina más compacta de la firma alamana.
Así que durante la última semana hemos estado conduciendo esta Audi A3 Sedán en su versión mecánica 35 TFSI (1.5 turbo de gasolina con 150 CV) y vinculado al cambio de doble embrague S tronic con siete velocidades. Como ya veis en las imágenes, una unidad muy elegante y con ciertos tintes deportivos a nivel visual. Vamos a conocerlo a fondo.
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Así es el Audi A3 Sedán Black Line por fuera
Este A3 Sedán probado viste un acabado que para mí es difícilmente mejorable en este tipo de coche, salvo que se busque una deportividad del nivel de los S3 o RS 3 de la marca. Lleva la terminación Black Line, que viene a ser un S line con algunos añadidos específicos en negro, como el borde de la parrilla Singleframe, las carcasas de los retrovisores, los contornos de las ventanillas, las taloneras y algunos detalles del paragolpes posterior.
Bajo mi punto de vista, visualmente, resulta más atractivo que el Audi A3 Sportback. Claro, que todo el paquete Black Line ayuda mucho, así como los faros Matrix LED o las espectaculares llantas Audi Sport de 19 pulgadas, las cuales van calzadas con unos Bridgestone Potenza S005. Todo ello, junto a este color gris Daytona efecto perla (945 euros) crean un conjunto de lo más elegante y con ciertos tintes deportivos.
Por supuesto, el mayor cambio respecto a la carrocería compacta es el tres cuartos trasero. Mientras que en