Durante los últimos años la filántropa y piloto de rallyes Renée Brinkerhoff -con el apoyo de su equipo Valkyrie Racing-, ha viajado por todo el mundo conduciendo un Porsche 356 clásico de lo más peculiar por una muy buena causa. Ya ha conquistado terrenos en seis de los siete continentes de la Tierra, al tiempo que recaudaba fondos para la lucha contra el tráfico de personas.
Su meta: llegar a la gélida Antártida a finales de este año. No es un reto sencillo para ningún vehículo, pero para conseguirlo ella cuenta con su Porsche 356A de 1956, que ha sido preparado especialmente para el clima más austral del planeta. Entre otras cosas, sustituyendo sus ruedas traseras por enormes orugas.
Más de 30.000 kilómetros por una muy buena causa
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La Antártida será la culminación del “Proyecto 356” de Valkyrie Racing, que se lanzó en 2017 y con el que Brinkerhoff pretende completar los más de 32.187 kilómetros recorridos (20.000 millas) a lo largo y ancho de algunas de las regiones más inhóspitas del planeta a los mandos de un deportivo clásico que tiene ya más de 65 años. La recta final de su gesta será la más complicada, y puede seguirse en la cuenta de Instagram del equipo.
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