A partir del 1 de enero de 2022, tal y como estaba previsto inicialmente, se producirá el esperado incremento del impuesto de matriculación, un impuesto que está directamente asociado a las emisiones de C02 que emiten los automóviles de nueva fabricación. No obstante, es muy posible que se produzca una nueva negociación parlamentaría para alargar durante más tiempo la congelación de dicho impuesto. Algunos grupos parlamentarios no estaría de acuerdo con la subida de cara al próximo año, y sí a favor de una nueva prórroga. Una situación que ya se discutió en su día para aprobar la congelación existente.
De mantenerse dicha congelación, el precio de los coches, dependiendo del tramo en el que se encuentren, se seguiría reduciendo entre 800 y 1.600 euros, aproximadamente.
Desde el pasado 1 de septiembre de 2017, entró en vigor un nuevo protocolo para medir con mayor precisión los valores de consumo de combustible y emisiones de CO2 de determinados nuevos vehículos. Éstos, son homologados según el nuevo ciclo de conducción WLTP (Worldwide Harmonized Light-Duty Vehicles Test Procedures – Procedimientos Mundialmente Armonizados para Pruebas de Vehículos Ligeros), un método de medición que se realiza en circunstancias reales y no en un laboratorio.
¿En qué consiste el ciclo WLTP?
Para determinar el consumo de forma más realista, el ciclo de conducción WLTP se basa en una encuesta estadística global que recoge perfiles de conducción reales. Incluye cuatro secciones realizadas a diferentes velocidades medias: baja, media, alta y muy alta. Esta secuencia es altamente representativa de los perfiles de conducción en todo el mundo. Cada sección incluye diversas fases: deceleración, frenada, parada, etc. con diferente frecuencia y/o intensidad que reproducen las situaciones de la conducción cotidiana.
¿Qué diferencias hay entre los ciclos NEDC y WLTP?
Desde la introducción del ciclo NEDC en 1992, los coches y el estilo de conducir han