Donald Trump dejó clara la tremenda apatía que despierta en él los temas medioambientales desvinculándose del Acuerdo de París; un pacto al que un optimista Joe Biden se reincorporó al tomar el testigo de la presidencia de EEUU.
Pero en la Cumbre del Clima 2021 que se está celebrando en Glasgow, la COP26, Biden se ha limitado a criticar la ausencia de China entre cabezada y cabezada no sin antes haber montado una llegada a lo Trump: con las dos unidades idénticas de ‘La Bestia’, aviones privados y una comitiva de vehículos presidenciales.
Las incongruencias de organizar una Cumbre del Clima
La llegada de Biden a Escocia ha supuesto, además del aterrizaje del Air Force One y aviones de transporte de la Fuerza Aérea de EEUU, una caravana presidencial de al menos 20 vehículos de seguridad, dos de ellos la limusina Cadillac One a prueba de bombas y ataques químicos, con capacidad para siete personas.
Welcome to scotland🏴 @POTUS pic.twitter.com/cnL4Q7jNT3— Glasgow Airport Spotters (@glaspotters) November 1, 2021
La Bestia está preparada para cualquier tipo de ataque, hasta el punto de equipar una auténtica habitación del pánico con bolsas del tipo de sangre del presidente o botellas de oxígeno.
Con el presidente viaja el Servicio Secreto, médicos, periodistas, ayudantes de la Casa Blanca, especialistas en comunicaciones militares, y una larga lista de personal; de ahí el derroche de medios.
Algunos ciudadanos de Glasgow se vieron sorprendidos al ver llegar a una estación de servicio BP a la pareja de limusinas para repostar (con la policía escoltándolas), cuyo consumo va en sintonía con los objetivos de la Cumbre del Clima.
No está claro si Biden estaba dentro o prefirió quedarse en el hotel tras un día agotador luchando por el medio ambiente.
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