Bautizado como ‘One Motion Grip’, Toyota ha decidido seguir los pasos de Tesla y estrenar en su primer coche 100 % eléctrico, el Toyota bZ4X, un volante tipo aviación pero algo menos extremo.
La principal ventaja que presenta el volante nipón es que está conectado a una dirección totalmente eléctrica y sin conexión mecánica entre volante y ruedas, lo que permite calibrar la relación de desmultiplicación en función de la velocidad, arreglando el gran inconveniente del volante del nuevo Tesla Model S.
Un sistema sin conexión mecánica
El volante del nuevo bZ4X tiene la ventaja de que solo gira 150 grados entre topes; 75 grados hacia cada lado. Toyota ha desarrollado un sistema en el que no hay conexión mecánica entre el giro de dirección y el volante, lo que permite adaptar la relación de giro de forma dinámica a la velocidad.
Esto hace, sobre el papel, que controlar el vehículo resulte natural -y sobre todo seguro- tanto en autopistas como en ciudad, donde las maniobras pueden resultar un baile para las manos con este tipo de volante.
Según Toyota, su nuevo sistema de dirección por cable bloquea las vibraciones innecesarias de los neumáticos y solo transmite la información de la carretera, a la vez que mejora la sensación de la dirección mediante el par control independiente del par y el ángulo de dirección de los neumáticos.