Tenía muchas ganas de volver a subirme al Ateca, el primer modelo que lanzó la marca CUPRA. El lavado de cara que sufrió durante el verano de 2020, ha sido la excusa perfecta para volver a conducir un coche que me gustó mucho cuando lo probé por primera vez. Los cambios únicamente afectan a su estética y equipamiento, por lo que toda la parte mecánica queda totalmente inalterada, salvo el sistema de Dirección Progresiva. Está disponible en los concesionarios desde el 9 de septiembre de 2020.
Diseño exterior: sigue siendo tan deportivo como siempre
Con unos ligeros cambios, el CUPRA Ateca sigue luciendo un aspecto muy deportivo y atractivo. El frontal incluye un nuevo diseño de paragolpes, así como nuevos faros Full LED, que alumbran muy bien, por cierto. La parrilla superior de nido de abeja tiene un acabado aluminio oscuro en su marco, con el logotipo CUPRA justo en el centro. La parrilla inferior presenta un difusor de aluminio oscuro, mientras que la parrilla de las luces antiniebla a cada lado va a juego para conseguir un conjunto muy bien integrado.
Las molduras laterales que están acabadas en aluminio oscuro brillante, igual que las barras del techo y los espejos exteriores, albergan unas luces de bienvenida que proyectan el logo CUPRA sobre el suelo. La vista lateral se resalta con las llantas de aleación de 48 cm (19 pulgadas). Hay una gama compuesta por un total de seis modelos de llantas. Sólo hay un modelo de serie, el resto son opcionales (los precios oscilan entre los 281 y los 1.000 euros). Nuestra unidad de pruebas lucía las llantas ‘Machined R Sport Black & Cooper’ de 281 euros, un precio que se puede incrementar hasta los 864 euros si también optas por los neumáticos Goodyear Eagle F1 Supersport (nuestra unidad de pruebas equipaba