El depósito de combustible está en boca de todos los que tienen algún vehículo de combustión, ya sea una moto, un coche, camión, vehículos agrícolas, etc. Todos saben que es el elemento donde se almacena el combustible necesario para el motor, y parece algo extremadamente simple.
Pero no es solo una cavidad con estanqueidad sin más, sino que tiene algunos secretos escondidos. Aquí podrás descubrir todo lo que necesitas saber de él, sus tipos, precios si se necesita cambiar, cómo se limpia, dónde se aloja, etc.
renderAd(,44162);
Función de un depósito de combustible
Un tanque de combustible, o un depósito de combustible, como su propio nombre indica, es un contenedor destinado a almacenar de forma segura los fluidos inflamables de los vehículos, es decir, el combustible. La función de este elemento no solo es almacenar, también propulsarlo con una bomba de combustible (o liberarlo en caso de ser gas), para que llegue al motor para su combustión.
Estos tanques varían mucho en tamaño, materiales de fabricación y complejidad dependiendo de para qué se usen. Desde depósitos pequeños de 5 litros, hasta los 40-60 litros de algunos automóviles, hasta cientos de litros para vehículos agrícolas, máquinas pesadas, camiones de alto tonelaje, etc., hasta barcos de gran tamaño que pueden tener tanques de más de 3.000 m3.
Más ejemplos, los tienes en los depósitos de combustible para gasolina o diésel suelen ser simples, fabricados en metal. En cambio, los usados para almacenar hidrógeno u otros gases, son bastante más robustos y seguros por la peligrosidad de estos gases. Incluso hay algunos vehículos con varios tanques. También los hay avanzados, como los de un F1, que tiene diferentes niveles con válvulas para evitar que el combustible oscile en las curvas y genere inestabilidad, además de ser de fibra para evitar que se derrame la gasolina y genere