A escasas horas de que se decida el futuro de la maltrecha Nissan Barcelona y tras una respuesta agridulce por parte de Great Wall Motors, el Gobierno y el fabricante nipón ultiman su última oferta al gigante chino.
Desde el Ministerio de Industria ofrecerán más incentivos y facilidades a Great Wall, aunque el plan es no soltar una liana hasta haber agarrado otra. Y una de esas lianas es el consorcio Tess Defense, vinculado Defensa.
El tiempo se agota
La última reunión extraordinaria hizo sonar la voz de alarma con los sindicatos, pues el fabricante chino parece no estar de acuerdo con un punto relevante: la garantía de empleo pactada.
A eso se le suma la petición de más incentivos para aumentar la capacidad de producción, también de coches de las marcas Ora y Wey.
Este miércoles la mesa de reindustrialización volverá a reunirse en un último intento por convencer al fabricante asiático.
Desde el Ministerio de Industria y el Departamento de Empresa de la Generalitat están dispuestos a acercar posturas para que, finalmente, Great Wall instale en Barcelona su primera fábrica europea de coches eléctricos.
Se han ofrecido mayores incentivos, una reducción del alquiler de los terrenos de Zona Franca, explica El País, así como «hablar con los sindicatos para renegociar las condiciones laborales que se aprobaron cuando se acordó el ERE de Nissan, que afecta a unas 2.500 personas».