Los pasos hacia la total electrificación del parque móvil europeo continúan. Uno de los puntos más importantes es ofrecer a los usuarios de coches eléctricos puntos de carga suficientes para que sea rentable tener este tipo de vehículo. La presencia de cargadores públicos está creciendo, porque las administraciones públicas están apostando por este tipo de infraestructuras, pero ahora quieren dar un paso más y facilitar la instalación de puntos de carga privados.
La idea de la Comisión Europea es que los edificios nuevos cuenten con una preinstalación de cableado para acoger a estos puntos de carga para locales privados. Esto facilitará mucho la instalación de puntos de carga y permitirá a los propietarios de coches eléctricos o híbridos enchufables contar con un punto de carga propio y facilitar así su uso.
En la actualidad el número de puntos de carga públicos es elevado y muchos usuarios los utilizan al no poder realizar la carga de la batería en sus domicilios. Con esta propuesta, se cambiaría la tendencia de los usuarios y estos podrían recargar la batería en su casa. De hecho, se espera que el porcentaje que elija esta opción ascienda al 90% de las cargas en poco tiempo.
Según la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios, EPBD, todos los edificios nuevos tendrán que tener esa preinstalación, con el cabelado necesario para poder hacer la instalación completa en poco tiempo. Además, esto permitirá que la documentación técnica y la autorización se pueda obtener de manera más eficiente y rápida en cualquier momento. Por el momento, esto es una propuesta que se está debatiendo en Bruselas y todavía no es una realidad.
Desde varias empresas del sector recuerdan que no solo hay que tener en cuenta a los edificios de nueva planta, sino también a los que ya existen. En este caso, se podría realizar este precableado si se realiza una reforma completa del edificio. Los espacios de trabajo, como las oficinas o los centros comerciales, deberían tener también puntos de carga, no solo para los clientes, sino también para los trabajadores.
Esta medida se entiende indispensable para fomentar el uso de los vehículos eléctricos, que se prevé que sean los sustitutos de los vehículos con motor de combustión en el año 2035. Si esta propuesta sale adelante, es posible que se mejoren las condiciones para la instalación de puntos de carga particulares y se facilite el uso de estos vehículos. Si no se hace así, la electrificación total tendrá un problema de difícil solución y puede sufrir retrasos importantes.