Tanto la tracción delantera como la tracción trasera tienen una serie de ventajas y desventajas que las convierten en idóneas para diferentes tipos de coche. El fabricante elegirá una u otra en función de sus objetivos, capacidades y, en muchos casos, tradición. Sin embargo, conocer esas cualidades también es importante para el propio conductor. Ya que sabrá manejar mejor el coche en muchas circunstancias.
Por supuesto, además de la tracción delantera y la trasera está la total. Cuyas capacidades de tracción son mayores, pero que no solo ofrece ventajas. Vamos a ver los pros y los contras de cada una, para que sepas como sacarle el máximo partido o para que elijas bien el coche.
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Tracción delantera
Es la más frecuente en los turismos europeos y de muchas otras partes del mundo. Se encuentra en la mayoría de coches de las marcas generalistas y en una parte nada despreciable de los premium. Estas son su principales ventajas y desventajas:
Ventajas
Al tener el motor en el mismo eje que las ruedas motrices requiere menos elementos en la transmisión. Lo que le confiere de un plumazo dos ventajas muy importantes:
Es más barata de fabricar por tener menos componentes
El consumo del coche será menor porque tiene que mover menos engranajes y porque el coche pesa menos
En caso de derrapar por exceso de velocidad en curva tienden a subvirar. Una circunstancia más fácil de controlar que el sobreviraje, que es más común en los tracción trasera.
Como tiene la dirección, la tracción y la capacidad de frenado delante (donde tiene más peso), se comporta mejor en nieve que un tracción trasera.
Desventajas
El reparto de pesos entre ejes está más desequilibrado en los coches con tracción delantera. Algo derivado de tener el motor y la transmisión delante. Suelen rondar un reparto del 60% delante y un 40% detrás. Lo que tiene