El XL Sport es posiblemente uno de los deportivos más locos que ha fabricado nunca Volkswagen. Partiendo del no menos peculiar Volkswagen XL1, en Wolfsburgo decidieron reinventar aquel concepto de híbrido diésel ultraeficiente para crear un deportivo único y muy especial. Y así fue como nació el Volkswagen XL Sport, una reformulación de la idea origial para crear un coche de altas prestaciones dotado de un corazón nada habitual, un propulsor V2 de 200 CV tomado prestado de la mismísima Ducati 1199 Superleggera. Jamás llegaría a producción, pero sin duda el Volkswagen XL Sport es el sueño húmedo de cualquier petrolhead.
Y hoy recordamos a este peculiar prototipo de manos del canal de Youtube del Petersen Automotive Museum, uno de esos lugares que si te gustan los coches deberías visitar algún día en tu vida. A través de esta retrospectiva del XL Sport donde podemos ver al prototipo original, el único que fue fabricado, podemos descubrir los entresijos de este particular proyecto donde Volkswagen quiso combinar lo mejor de dos mundos, y ya de paso sacar provecho de la recién adquirida Ducati.
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Para entender el XL Sport, primero hay que fijarse en su punto de partida, el Volkswagen XL1 presentado en 2011 y producido en serie en 2013 (250 unidades). El XL1 fue otro de esos farónicos caprichos de Ferdinand Piëch como máximo responsable del grupo Volkswagen, pretendiendo cumplir la promesa de fabricar un coche capaz de consumir apenas 1 l/100 Km. La fórmula para conseguirlo no podría estar más alejada de lo que entendemos por un coche convencional, creando para ello un aerodinámico coupé (Cx de 0,258) de apenas 795 Kg gracias al uso intensivo de CFRP, y usando un motor diésel de lo más llamativo en aquel momento; un diésel híbrido enchufable que combinaba un