4 de cada 10 conductores no han acudido este 2021 a pasar la ITV a su coche, lo que nos deja un máximo histórico de absentismo del 40 % que prácticamente duplica los registros de años anteriores. No en vano, ir sin ITV es la segunda sanción más frecuente tras circular excediendo el límite de velocidad.
Pero lo cierto es que este comportamiento es más peligroso que una simple multa, pues según las estadísticas de la DGT, en 2020 el 17 % de los turismos implicados en accidentes carecía de ITV, un porcentaje que sube hasta el 33 % en el caso de los vehículos comerciales e industriales de menos de 3.500 kg.
Así pues, tal y como señalan desde AECA-ITV, acudir a la ITV es un “ejercicio de responsabilidad social”, ya que en ella se asegura que el vehículo cumpla una serie de requisitos de seguridad y medioambientales para poder circular por la vía pública, unos requisitos que no siempre se cumplen, ya que en líneas generales el 20 % de los vehículos inspeccionados presenta un defecto grave que en muchas ocasiones afecta a elementos de seguridad tan vitales como los neumáticos o los frenos.
La multa por ir sin ITV es de 200 €, y no hace falta que te paren para ponértela
Respecto a todos esos conductores, se enfrentan a una multa de 200 € sin pérdida de puntos por circular con la ITV caducada, sanción que puede verse reducida a la mitad gracias al descuento por pronto pago. Un castigo total de 100 € que muchas veces es más barato que comprar cuatro neumáticos o solucionar cualquier otro problema y que lleva a algunos conductores a olvidar acudir a su cita periódica.
Es por ello que desde hace algún tiempo se está planteando la posibilidad que para poder contratar y/o renovar