La gama de los Citroën Berlingo, Opel Combo Life y Peugeot Rifter se ha visto drásticamente reducida para 2022 a una única motorización: la eléctrica de 100 kW (136 CV). Sin hacer mucho ruido, Stellantis ha decido prescindir de los motores 1.2 PureTech (gasolina) y 1.5 Blue HDi (diésel), aunque en España la oferta se centraba ya únicamente en el motor diésel.
Si estabas pensando en comprar uno de estos monovolúmenes fabricados en Vigo, tendrás que elegir las variantes eléctricas ë-Berlingo, Combo-e Life y e-Rifter. Esta medida no afecta a sus versiones comerciales o industriales.
Esta decisión no se debe a la falta de éxito de estos motores, al contrario, sino simplemente por la normativa europea sobre la reducción de las emisiones de CO₂, conocida como CAFE (Corporate Average Fuel Economy) y que afecta a las tres marcas.
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El programa CAFE exige a cada fabricante que reduzca sus emisiones medias de dióxido de carbono cada año. De no lograrlo se enfrentarían a duras multas. Y si a eso le añadimos la crisis de los microchips que retrasa sobre manera la producción de muchos modelos, Stellantis ha decidido por lo visto tomar una medida radical.
Unas emisiones de CO₂ demasiado elevadas para la media del grupo
De manera general, los fabricantes han ido dando prioridad a la producción y entrega de los modelos electrificados.